LA CIUDAD DE LA LIBERTAD

Muchos pensamos que hacemos lo que queremos hacer, que decimos cuanto queremos y que nada ni nadie nos impide hacerlo, ¿pero es cierto acaso?, luego, ¿no nos dejamos llevar fácilmente por la sociedad?, ¿por reglamentos y lineamientos que no podemos romper?, o que no debemos, mas bien, por buena educación, por buena educación no sacamos realmente nuestro propio pensar, actuamos a través del de los demás, no que esto sea malo, pues de alguna forma debemos intentar expresarnos, pero no sería todo mucho mejor si no nos cohibiéramos tanto, no sería mejor si camináramos como queremos caminar, en vez de caminar como seres súper importantes, no sería mejor si habláramos como queremos hablar, si sonriéramos a carcajadas y no con pequeñas risas que no se notan, si guiñáramos mas el ojo, si entregáramos amor de verdad, que lo sintiéramos, que sintiéramos amistad y saludáramos con un gran abrazo en vez de tan solo dando la mano, si fuera por ver a nuestros padres nos sintiéramos realmente felices, o si ayudáramos a aquellos desamparados o al menos les diéramos una palabra de esperanza, muchos dicen y hablan de esto, de sacar lo que somos sin condiciones, de amar lo que vemos sin pensar lo que puedan hablar, de dar desinteresadamente, pero pocos lo hacen, o lo hacemos, estamos tan apretados por el "que pensarán los otros" que nos dejamos llevar por ello, actúa en nosotros inconscientemente aquel bloqueo, algunas veces es tan fuerte que niños que crecieron sonriendo se han convertido en tristes personajes, duele verlo, no nos esperemos a realizar nuestros sueños, a vivir como queremos vivir, a entregarlo todo, a sonreír, o hablarle a esa persona que queremos hablarle, hagámoslo, hagamos lo que deseamos, porque siempre que lo hacemos basados en los buenos valores, buenas respuestas tendremos y nos sentiremos viviendo en aquel lugar que queremos estar, la ciudad de la libertad, nuestra ciudad.


PUERTAS

Creo que hay momentos para abrirlas y cerrarlas, pero que bueno es abrirlas, algunas se pueden abrir solas, pero la mayoría deben ser tocadas, golpeadas, las que queremos abrir mucho, deben ser muy golpeadas, y ser disciplinado en la relación con ellas, tratarlas bien, pues se pueden estropear o tal vez puedan ser bloqueadas. Nos conducen a los lugares que queremos, también a personas o cambios de vida, a los 20 años se abren la mayoría, pero toda la vida se están abriendo, estamos buscando esos lugares anhelados, es sorprendente cuando son desconocidos, algunos nos encontramos ante paraísos, universos que esperábamos conocer, aunque no supiéramos que existían, por eso hay que seguir golpeando, abriendo puertas, saludando a los porteros y vigilantes; por eso sigo golpeando y seguiré haciéndolo, no me cansaré de ello, pues quiero conocer el cosmos que hay detrás de cada una de ellas, no desperdiciar el poder abrir una, y no cerrarlas, hasta dejarlas abiertas sería perfecto, para que otros puedan entrar y explorar, y puedan salir también, pues no todos estamos hechos para los mismos espacios, menos mal son infinitos, como estos, los que abrimos explorando detrás de las puertas de la imaginación.

LA VIDA ES UNA SECUENCIA DE HISTORIAS

Comienza en una noche tormentosa, alumbrando la ventana y borrando los gritos, las lágrimas de un recién nacido, o comienza con la belleza de una aurora, el niño se hace hombre y construye una vida, una memoria, recuerdos blancos y negros, después un presente preciso, actos y palabras que representan ese hombre; si existe un buen presente, existe también una buena mujer, y se forma una familia, luego un hogar, dentro de una casa, esa estructura mágica que también tiene una historia que contar, la puerta por la que pasaron aquellos dos que construyeron el hogar, aquella puerta que alguna vez los separó, que fue llena de lágrimas y gritos, la historia de las flores que él le llevó a ella solo por amor, sin cumpleaños o días de festejo, el acetato y la canción preferida que bailaba el pequeño hijo, el balón con el que aquel niño creció, que fue su compañía y que lo convirtió en un futbolista profesional, un futbolista que hizo historia, todo tiene una historia si nos ponemos a examinar bien, objetos y espacios, esas historias se cuentan o se recuerdan, hay narradores o en algunas caras podemos ver el pasado, una cicatriz, o el futuro, los ojos bien abiertos de un bebé, es cierto, pero es algo que solo atrae la persona que estudia la vida, las personas y sus deseos, hay especialistas en eso, narrar historias, inventarlas, vivirlas, escribirlas y más, por un instante me di cuenta de eso, la vida es una secuencia de historias, pero la vida no sería estupenda si no hay personas que las cuenten, y otras personas que después las lean, gracias por leer.