PUERTAS

Creo que hay momentos para abrirlas y cerrarlas, pero que bueno es abrirlas, algunas se pueden abrir solas, pero la mayoría deben ser tocadas, golpeadas, las que queremos abrir mucho, deben ser muy golpeadas, y ser disciplinado en la relación con ellas, tratarlas bien, pues se pueden estropear o tal vez puedan ser bloqueadas. Nos conducen a los lugares que queremos, también a personas o cambios de vida, a los 20 años se abren la mayoría, pero toda la vida se están abriendo, estamos buscando esos lugares anhelados, es sorprendente cuando son desconocidos, algunos nos encontramos ante paraísos, universos que esperábamos conocer, aunque no supiéramos que existían, por eso hay que seguir golpeando, abriendo puertas, saludando a los porteros y vigilantes; por eso sigo golpeando y seguiré haciéndolo, no me cansaré de ello, pues quiero conocer el cosmos que hay detrás de cada una de ellas, no desperdiciar el poder abrir una, y no cerrarlas, hasta dejarlas abiertas sería perfecto, para que otros puedan entrar y explorar, y puedan salir también, pues no todos estamos hechos para los mismos espacios, menos mal son infinitos, como estos, los que abrimos explorando detrás de las puertas de la imaginación.