PINTANDO EL MAÑANA

Lo que hacemos hoy, lo que se hizo ayer, algunas veces diferente y otras veces igual, salir de la rutina quiero para que mañana por la mañana el sol sea rojo, o naranja, que caigan diamantes diminutos en vez de gotas, para olvidar las malas palabras, los malos días, aquellas equivocadas acciones que encadenan, que sumergen y por las cuales muchas veces se ancla mi barco, consciente de que quiero pintar un mañana mejor, como lo hizo Juan Gris o Van Gogh, creando nuevos signos de arte, así nadie crea en ellos, yo debo hacerlo, debo sacar mis óleos y acuarelas más eficaces, los más revolucionarios y pintar ventanas, paredes y buses, no quiero ser aquel pez que se quedó entre las redes, quiero morder las cuerdas y salir, el océano es demasiado extenso para dejarse atrapar, la vida es demasiado larga para detenerse, las visitas a nuevos lugares me cuestionan sobre si esto que hago está bien o mal, pero cuando es una nueva experiencia, sé que ayuda, que apoya mi futuro, y quiero hacerlo lo mejor posible, pintar lo mejor posible, hablar cuando debo hablar y hablar cuando no debo, vivir la razón y la pasión como vivo mis piernas, que ellas me lleven a países donde les guste el arte, el arte de vivir, donde las sonrisas y las acciones del hoy se vivan pintando el mañana, un mejor mañana.

LEONES BLANCOS

Imágenes que suelo soñar, que suenan en mi mente, que se me entregan, algunas veces por medio de palabras nada más, vientos que se incrustan en mi pensar, aquellos leones blancos son mi forma de hablar, de decir las cosas, me gustan aquellas que son poco conocidas, mi trabajo es imaginar, a través de puertas, botellas y demás, llego a esto, a ideas algo más fuertes que yo mismo, a luces, a lápices inacabables, mi mente se torna ardiente, las letras se conectan y a pesar de que hay presión para sacar cosas mejores, existe una frescura que hace que salgan, que se acomoden, aquellos leones estaban fuera de este universo, viajaban por paredes amarillas, sobre suelos naranjas, no había flores, solo postes naturales infinitamente altos, de los que brotaban aromas intensos, aromas que se podían ver y escuchar, esos aromas llevaban canciones, tonadas ajenas a nuestros oidos, tan desconocidas que sostenían mi cuerpo, me sumergían en un volar, en un danzar en el aire, los cielos rojos desparramaban gotas rojas también, pero a la mitad del viaje se convertian en burbujas transparentes, y cuando explotaban en el suelo naranja nacían aquellos leones, los que viajaban por las paredes, los que me hicieron soñar este sueño, los que me hicieron describir esta imagen.

SINFONÍA DE LETRAS

Ahora estoy buscando la forma, el punto clave, un propósito más en mi escritura, en mis pensamientos, en mis ideas, sé que es más fácil que difícil, solo hay seguir los gritos de los dedos y encontrarle música al teclado, que se convierta en un piano y que las letras sean notas, las palabras canciones, los textos sinfonías, no he escuchado mucho a Bethoveen pero esta entre mis proyectos, creo que he escuchado más a Chopin, y Mozart, los jóvenes pianistas les encanta aprenderse sus tonadas, he encontrado que algunos entran en éxtasis, como que en el momento de tocar emprenden un viaje, se alejan de la tierra, (imagino que hasta los fantasmas gozan escuchándolos), sudan y mueven su silla, casi que saltan, las teclas gritan y se desnudan para poder librar sonidos sobrenaturales, que cosa más dramática, no escucho comedia en ello, a pesar de que la hay, la otra vez escuche un trio de opera, dos de ellos tenores y un pianista, era una obra de ebrios y a pesar de que era en italiano les entendí muy bien y me reí mucho, eso trato de hacer aquí, hacer que mi teclado sufra un orgasmo y sacar obras maestras que corten los tendones; humor, drama, comedia, filosofía, acción, cuentos, pensamientos, lo que sea que pueda ser expresado, que arranquen los cabellos uno por uno y que tengan un aroma que haga volver a la vida.