Es normal elegir un par de tennis, no parece tan difícil en algunas ocasiones, y en realidad para mí no lo es, me gustan los Nike y me encanta que sean tennis, no zapatos, cuando me siento cómodo, camino la ciudad sin preocupaciones, me escapo de todo, ese todo que algunas veces presiona, mmmmm, esos tennis son como este teclado, esa forma de retirarme de lo normal y saltar a un lugar diferente, querido, bueno, estas letras parecen más poderosas en ese sentido, con estas voy a la playa, a conocer las maravillas del mundo, la cultura oriental que tanta dedicación tiene, voy al pasado y me encuentro con poetas medievales (algunos no son fáciles de comprender, pero es que construir una obra en 7 años dice mucho, no complicado sino trabajoso), voy al futuro donde mis nietos se encontrarán con delfines que hablan medioinvisibles, los famosos hologramas, esto junto a pistas para automóviles en el aire, exploro las sensaciones y emociones de otras personas, me imagino en acciones que nunca he realizado, que tal sería lo de vivir en una mansión, con muchos lujos y comodidades, ah, bueno, tampoco es que me guste mucho, lo que entiendo es que ahora estoy en un momento perfecto, lugar indicado, pensando lo correcto, ese es el presente, presente en el que me muevo a través de mis tennis, de mis letras, esa es mi vida, la que pasa ahora, la que me hace sentir algo de hambre de alimentos paro más hambre de seguir escribiendo, en este momento pienso que estoy educando ese sentido, mi sentido de escribir solo un poco, una práctica que ya hace rato siento me hace caminar mejor, incluso más cómodo de lo que me hacen sentir mis tennis.
