DESDE LO ABSTRACTO

Como una nube me siento, realizando varias formas, creando varias formas en mí, soy un elefante, un árbol, algunas veces soy una persona como nunca se ha visto, tan diferente, un ave con cuatro alas, algunas veces tan solo soy un color, me encanta ser el color dorado, es increible; parece que algunas veces también cuento historias, soy ese murmullo que se siente en el pueblo aquel del cual hace parte tu familia, la mía puede venir de cualquier lado, vengo de los indios, esclavos, vengo de conquistadores, filósofos, vengo de los primeros hombres que habitaron la tierra, me encanta Lascaux, me encanta la mitología griega, vengo de la tierra decían en una tribu aquí en Latinoamerica, somos semillas, como recuerdo algunos pensamientos, tomo lo que mas me importa, algunas caras sobreviven más en mi memoria que otras, sigo siendo la nube que viaja, que se deja llevar por el viento, me encantaría estar de paseo viendo paisajes y ciudades, personas y costumbres, el viejo aquel que vive solo y alejado, el joven que construyó su empresa muy de chico y ahora da charlas a grupos gigantescos, quiero conocer los Tapui, si soy esa nube puedo ir, y mejor aún, puedo ir volando, sin desvanecerme pues soy una nube sólida, que tropieza con montañas pero no se extingue, rodea mesetas y salta volcanes, soy esa clase de nube, tan amigo del aire, un compañero de las alturas, algunas veces hablo con el universo y lo convenzo de que me ayude, de que me guíe a un mejor lugar, ahora lo hago mientras escribo, ahora el universo me ha traido a ese mejor lugar.