Hoy sale el sol sobre la ciudad, un azul infinito entra y las pequeñas nubes se asoman por la montaña, son blancas, ya en la tarde se posan sobre mí, sobre las calles, los sonidos de los autos son constantes, inacabables, me gustó mucho el viento más el sol, esa suavidad empujándome hacia el frente mientras el sol calienta mi cuerpo, que ganas de estar afuera todo el tiempo, caminando, conociendo, saludando a la gente, conociéndola, haciendo parte de sus vidas, entrando en la vida y no saliendo de ella, esa debe ser mi constante busqueda, iniciar, empezar, entregar, sonreir, jugar, alimentar la vida con mi energía, mi escribir hace parte de ello, de dar, proponer nuevas palabras, crearlas, bueno recrearlas, aunque alguna vez podría inventar una que otra, se que puedo porque quiero, no se necesitan muchas razones cuando se tienen ganas de vivir inspirado, esa inspiración muchas veces llega a ser acogida por otros, y a través de mis palabras se crean otras; la vez pasada llegamos a la conclusión con un amigo de que cuando uno piensa, cuando uno escribe, trabaja, hace deporte, se fortalece en cualquier actividad, en otro lugar, muy lejos de uno mismo, eso se siente, cierto poder llega hasta allá y se producen nuevas formas de vida, otras personas crean, sonrien, se mueven, niños juegan, las palomas se elevan todas juntas, eso parece imposible de creer no?, pero después de analizar un poco la naturaleza como que es cierto, todos nos conectamos y yo al estar haciendo esto parece que estoy atrapando la inspiración que en Africa un hombre está teniendo, la estoy haciendo palpable mediante mis palabras y pensamientos, espero que lo que yo escribo aquí inspire también a otra persona a construir su sueño.
