NATURALIZAR

En lo que se convierte tirar un papel al piso, un arma, una bomba; ayer, cuando vi esa persona botar el papel, casi que lo alcancé a sentir, como que cayó sobre mí también, lo percibí en cámara lenta, desde que empezó a salir de su mano hasta que tocó el suelo, además el momento en que hizo parte de la tierra como que peso más de lo normal, no era un papel, era una piedra cayendo, una piedra de contaminación, seguro que esa pesa más, no es más fuerte que la roca, que el mineral, es solo que hace más daño, duele más, creo que hasta le dejó un cicatriz al piso, la sentí como un meteorito cayendo, algo supremamente doloroso, que destruye ciudades y sus habitantes, que destruye continentes, eso es lo que vivimos aquí, en Bogotá, mi ciudad, donde algunas personas no creen que las cosas pueden estar mejores, por eso siguen dañando, acabando, "porque como esto no es mio" decía Jaime Garzón, porque como esto no me pertenece. No se trata solo de la ciudad, se trata de sentir que se hace parte de un todo y que una mala acción afecta el mundo entero, eso es lo que creo, pero también creo que hay que naturalizar, inventar formas de dar un buen mensaje, imaginar una forma diferente para cada una de las personas con el fin de mejorarlas, tocarlas particularmente, no arroyarlas, con paciencia hacerles entender que hay que hacerlo mejor, ser mejores, esa es una buena naturaleza del ser, por eso la nueva palabra, naturalizar.

LA NUEVA HUMANIDAD

El interminable sí que debe levantarnos cada mañana, la fuerza incontrolable que debemos sentir en las personas, en el mundo, la respiración perfecta que nos prepara para decir lo justo, la corrección, es decir la reivindicación, tener conciencia de un camino bien o mal trazado, reflexionar, adentrarse, profundizarse, esquivar las gotas ácidas que caen de lo gris, dejarse llevar cada día por el viento, el viento de la buena acción, el viento de los valores, salir a conquistar nuevos reinos, luchar, batallar, entender que la mala pisada trae consigo un aprendizaje. Pensar en convertirse en un nuevo ser humano debe ser a diario, debe ser constantemente interiorizado; hay muchas cosas por conocer y si no estamos dispuestos a sentir la necesidad de verlas, no somos nuevos, hay viajes que transforman, viajes a la montaña, al valle, a la ciudad, al río, también hay viajes de autoiluminación, al espíritu, al cerebro, hasta viajes colectivos, como pensar en el planeta entero en vez de en si mismo, conectarse con todas las personas y no solo con una, ese tipo de cosas son las que nos llevan a  esa isla desierta, donde la arena nunca ha sido pisada, la nueva humanidad que pocos quieren vivir, hay que soltar el timón y dejar que la brisa le de las indicaciones a las velas, solo así nos encontraremos con lo nuevo, aquello desconocido que nos unirá a la nueva humanidad.